¿Has oído hablar alguna vez de la «inseminación no consentida»?
Hasta hace poco, la idea de inseminar a una mujer contra su voluntad con un esperma distinto al esperado era relativamente inaudita. Sin embargo, el documental de Netflix de 2022 «Nuestro Padre» expone este mismo acto por parte de un médico criminal especializado en fertilidad, Donald Cline.
El documental se desarrolla en el estado de Indiana, donde está claro que en aquella época no existían las leyes necesarias para tratar actos tan invasivos y deshonestos. Hasta el día de hoy, es un hombre libre y sólo recibió un año de libertad condicional por inseminar fraudulentamente a docenas de mujeres con su propio esperma.
Aún más inquietante es el hecho de que la mayoría de los estados de EEUU no tienen leyes que protejan a las mujeres de estos actos ni siquiera ahora. Por el momento, sólo seis estados de EEUU han intentado hacer frente al fraude de la inseminación, entre ellos California, Luisiana, Colorado, Texas, Indiana y Florida.
¿Por qué inseminación artificial?
Lo bueno de la inseminación artificial es que permite a las personas con dificultades para tener un bebé una forma alternativa de concebir. Hay muchas razones por las que una persona puede optar por la inseminación artificial.
Tal vez tengan una pareja clínicamente infértil por un motivo u otro, no quieran arriesgarse a transmitir un trastorno genético no deseado de su pareja, sean una mujer soltera o un miembro de la comunidad LGBTQ, y deseen tener un bebé. Para las personas en cualquiera de estas situaciones, optar por un donante de esperma anónimo es probablemente una de las mejores formas de concebir un bebé y formar su propia familia.
Surgen problemas
Sin embargo, el hecho de que la inseminación artificial haya ayudado a miles de mujeres y parejas a formar una familia no significa que no conlleve sus propios problemas. En los últimos años ha salido a la luz mucha información sobre médicos especialistas en fertilidad que utilizan su propio semen para inseminar a sus pacientes sin su conocimiento o consentimiento.
Una encuesta realizada en 1987 por la Oficina de Evaluación Tecnológica de EEUU mostró que el 2% de los médicos especialistas en fertilidad utilizaban su propio esperma para inseminar a sus pacientes. Y ello a pesar de que este comportamiento se considera en gran medida poco ético en la comunidad médica.
Las pruebas de ADN lo confirman
Este comportamiento ha salido a la luz principalmente en los últimos años debido a la creciente popularidad y fácil accesibilidad de las pruebas de ADN. Los seres humanos tienen un gran interés en saber de dónde vienen, ya que puede ayudarles a comprender mejor quiénes son. Incluso en casos especiales con donantes de esperma anónimos. A las personas les gustaría conocer su patrimonio genético aunque no lleguen a conocer a su progenitor biológico. Aquí es donde entran en juego sitios como 23andMe.
No obstante, aunque la creciente popularidad de las pruebas de ADN de fácil acceso ha permitido a las personas conocer sus raíces, también ha revelado algunas verdades chocantes sobre la industria de la fertilidad, como que los médicos de fertilidad utilizan su propio esperma para inseminar a los pacientes. Lo que resulta aún más chocante es el hecho de que haya muy pocas leyes federales y estatales que protejan a los pacientes contra una situación en la que el médico especialista en fertilidad en el que confiaron vaya en contra de sus deseos respecto al donante que eligieron y cambie el esperma por el suyo propio.
Una tendencia inquietante
Actualmente, están apareciendo casos similares a éste por todo el país. Desde el Dr. Norman Barwin, de Ontario, al Dr. Donald Cline, de Indiana, el Dr. Kim McMorries, de Texas, el Dr. Gerald Mortimer, de Idaho, el Dr. John Boyd Coates, de Vermont, y el Dr. Ben Ramley, de Connecticut, fueron declarados responsables de engendrar hijos de sus pacientes sin el consentimiento ni el conocimiento de las mujeres. El fraude de inseminación, como lo denomina la Dra. Jody Madeira, profesora de Derecho, es un delito grave que debe tomarse muy en serio.
Una industria de la fertilidad «autorregulada
Sin embargo, el hecho de que el sector de las clínicas de esperma esté en gran medida autorregulado. Esto hace más difícil llevar ante la justicia a los culpables de un crimen tan atroz. Actualmente, hay muy pocas leyes federales y estatales que regulen esta industria, e incluso los reglamentos que existen son más recomendaciones que normas que deban cumplirse. De hecho, actualmente, la principal supervisión federal que recibe la industria de las clínicas de esperma es la de la FDA, que se limita a la detección de enfermedades de transmisión sexual.
Así, la mayoría de las clínicas de fertilidad y los médicos tienen libertad de acción para imponer sus propias agendas sobre cómo debe manejarse el mundo de la donación de esperma. Esto, a su vez, está creando una situación en la que las personas descubren años después que fueron engañadas de la forma más horrenda por una persona en la que confiaban profesionalmente. Lo que es aún peor es que algunos de estos médicos se sienten justificados por sus acciones, ya que, en su mente, lo ven como una forma de aumentar las posibilidades de que sus pacientes se queden embarazadas con esperma fresco para conseguir mayores tasas de fertilidad, según el Dr. Madeira.
¿Cuál es la solución?
Sin embargo, algunos siguen eligiendo esta acción por sus motivos personales.
Entonces, ¿cómo responsabilizamos a estos médicos de sus atroces crímenes?
Afortunadamente, algunos estados están empezando a aprobar leyes que responsabilizarán a los médicos especialistas en fertilidad de sus delitos. De momento, sólo seis han intentado hacer frente al fraude en la inseminación, entre ellos California, Luisiana, Colorado, Texas, Indiana y Florida.
Aunque las leyes varían, están pensadas para ayudar a garantizar que menos pacientes se encuentren en las situaciones que algunas familias están afrontando ahora mismo tras descubrir que su médico es su padre.
Esperemos que, a medida que surjan más historias e indignación, más estados, así como el gobierno federal, recojan esta tendencia y hagan a sus médicos especialistas en fertilidad más responsables de sus actos.
Mira el Trailer de «Padre Nuestro»:
¿Necesitas un abogado para proteger tus derechos?
Necesitas un abogado con experiencia que luche por tu libertad y tus derechos.
¿Necesitas un abogado? LLAMA AHORA 310-274-6529
Seppi Esfandi es un Abogado Experto que cuenta con más de 21 años de práctica en la defensa de diversos casos.